"Su rostro irradiaba la misma mezcla de seriedad y dulzura cuando contaba, extasiado, cómo una vez tuvo entre sus manos una golondrina, la miró a los ojos y, al hacerlo, tuvo la impresión de haber mirado el cielo."
Wasianski
Immanuel Kant en sus últimos años de vida.
No hay comentarios:
Publicar un comentario